domingo, 11 de mayo de 2014

LIBÉRAME DE ESTE LLANTO


Es la onda y el sollozo mío
que cubre a mi fragata,
céfiros, 
¿Por qué que sopláis 
y sois tan cruel con mi barca?
Dejadme amarla 
hasta en fondo de mi ser 
a mi inmaculada.

Arcángel mío, 
increpa a los vientos 
que me consumen 
y me trasladan 
a los huertos del silencio 
seco y desafiante
que ha preservado la venus 
que Dios me ha dado 
para mis afligidos sentimientos.

Repréndelos amada mía,
ampárame para poder amarnos 
y embelesarnos en los aposentos 
de nuestros santos cielos 
para nosotros consagrados.

¡Oh! Alondra mía, 
tú, libérame de este llanto mío 
tormento que me ahoga 
por tanto amor atesorado 
que yo te tengo 
y quiero verterlo en tus tersos cabellos 
que condensan marismas de sangre 
por las retinas de mis estrellas.


Descarrílame de los peñones 
que me hieren mis sentimientos
 cercenando mi bendita aura 

que agoniza de amor y melancolía 
queriéndome apartar de mi libella, 
designo fenecer, antes que perderla.

Quiero verte alfombra de mis capillas, 
ven a explayarte por nuestras planicies,
por las llanuras que tanto añoro 
conságrame los vergeles de mi locura.

Te siento dulce mía dentro de mí 
como un verde torbellino, 
como aquel viejo crepúsculo 
que revela la senda de nuestro 
radiante amor cristalino.

Sois los acordes de mis arpas, 
de mi mandolina y violines 
y el sentir sublime de mi canto 
eres el susurro que sale 
de mis ansiosos suspiros.

Golondrina de mis sagrarios, 
mariposa de los aires, 
escondámonos en los mares 
para abrazarnos 
a los mantos de la gloria 
y conferirnos a la felicidad santa 
que se asoma a este sublime amor 
candor forjado con nuestros yunques 
para conseguir la gloriosa eternidad .








No hay comentarios:

Publicar un comentario