martes, 17 de diciembre de 2019



PARA BEBER TUS BESOS

Te contemplo desde los grandes parajes

en los almendros verdes con lirios pulcros

en los lagos del sueño, aguas de mi boca

con los veleros que me llevan en silencio

a la ruta de las estrellas hasta el cielo.


Poderoso amor que vuelas sobre mi amada

mientras las brisas vespertinas descalzas

se desvisten al pasearse entre sus aires

y ella, mi dulce pochochita y calandria

me canta en los trigales, las liras mías.


Ven sibila encarcélame en tus rejas vivas

en esas primaveras tuyas y en los zarzales

que profundos me cantan amor y glorias

con los molinos de viento inmaculado

allí donde habita nuestro sublime ensueño.


Enajenado marcho cual mendigo errante

y llamo a la puerta y no se encuentra nadie

y me contesta la sombra: ¡Qué me marche!

me alejo entristecido por la voz del vulgo

acudo a ti para que me endulces con tus arpas.


Con los besos y las ánforas de tu pecho

llego a tu jardín y vuelo en tus molinos

me das trigo para gustar el agua viva

la que tengo y no bebo por vivir cautivo

y ser mendigo y hambriento de tus besos.

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