martes, 20 de enero de 2015


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ERES EL BÁLSAMO DE MIS VENAS








Desde el caballo del viento y desde el adusto silencio 

la llamo a ella y ambiciono, se acerque

y venga desde lejos o venga de cerca,

pero deseo que venga.



La llamo porque es mi delirio


y mi susurro de los santos cielos


mas ella con sus dulces besos mitiga mis penas.

Ella es el bálsamo de mis venas


y la mansedumbre etérea 


y el místico destello de mis estrellas,




La tengo como princesa en mis castillos de hierba



y como hada de mis bosques donde quiero enternecerla.


Quiero saborear de su ternura
y 

Hoy fenezco en los atrayentes remolinos negros


y suena una voz seca y es la sombra que me asombra


y me ahogo en los ríos verdes que desbocan en



las cataratas de mis entrañas


y en el bóveda de mis arterias.




Yo sé bien que ella me ama hasta el más alto vértice del alma mía


y desde allí yo la llamo:


 
Ven a mí, cariño mío, ven que te quiero enaltecer a los cielos



y volar susurro mío por los adentros de mis consuelos



y valles de mis suspiros.



Te quiero en mis remos y darte a beber mi locura


y así feneceremos juntos bebiendo ese tierno veneno,



en las copas de nuestra ternura.




Hoy siento un paso lento

 
como una sombra fría que a mí se acerca,



tocándome con sus dedos dulces


rozando mis galanteadas colinas




imagino que es ella y quiera ver mi alma de nie


bla y espuma.






se adentra en mi casa, la puerta se cierra




y una telaraña la detiene y la ciega.

Me levanto en la hora matutina,



se oye un canto en la soledad



y veo que es ella y nos besamos hasta fenecer de amor los dos



con los orfeones de Dios en nuestra eterna capilla