miércoles, 25 de diciembre de 2019

AS FLORES DO MEU CAMIÑO

¡Qué tempos eu deixei no meu camiño!

¡Qué vida tan fermosa¡ ¡qué pasado!


¡Qué ceos xuvenís do meu destino!


¡Qué lapso tan florido e tan dourado!


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¡Qué mágoa padecín no meu tormento!


¡Qué ansias de chegar ó meu delirio!


e coñecer os ollos do meu ceo


para vivir o soño que suspiro.
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¡Ai, mísero de min e dos meus soños!


e tempos que me foron tan esquivos,


aínda que dixen ser os meus,



os meus, xamais serían eses mesmos.
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Mais hoxe, o máis doce daquel tempo

repousa no meu peito gardadiño,

e lembro ese espazo que vai vello,

e soño aquel soño que non vivo.


Fco. de Sotavento

martes, 24 de diciembre de 2019

YO TENGO SED DE TI


El agua de mi pozo

ya te ha apagado la sed,

y quiero romper el cántaro,

si las deseas beber.



De las aguas de tu pozo

yo sigo teniendo sed,

y aunque los ejes del mundo

den vueltas al revés,

o se paren y se confundan

tú sabes que seguiré,

con llantos en mi garganta

pidiendo agua para beber,

de tu pozo cristalino

la que me da tanta sed,

pues yo te doy la mía

para tu boca de miel,

por Dios dame tus aguas

sino feneceré,

como la hierba del campo

que muere por no llover,

por eso te pido agua

como la ha pedido “Romeo”

a su amada “Julieta”

que ha fenecido con él

¡pues ser o no ser!...

  
El árbol nos da la sombra,

la aurora el amanecer,

yo sólo te pido agua

porque te quiero beber.

  
Por favor dame tus aguas

y juro que no beberé,

de otras aguas que me sacien

y mi sed puedan vencer,

pues no cambiaré tus aguas

antes yo feneceré,

por eso te pido agua

porque de ti tengo sed.

ANCLADA EN MÍ PECHO


Qué  inquietante dolor se me oculta
en los caminos verdes de mi pecho,
cuando escucho el sublime canto
del amor perpetuo que me llama.

Vengo vencido y sin consuelos
dando vueltas a ver si vienes
a darme tus besos en mis ojos de luna
y a calmar mi sed con tu mirada

Quiero ver que vienes y me miras
como se miran el mar y la peña,
como la diosa de mis fulgores
amándome hasta las campos selectos

Quiero tenerte entre mis venas
para morir contigo fundida en mí,
en las sombras de tus selvas
y en los campos de mis sueños.

Así mis llantos en la noche no mueran
Y me hieran  como perros hambrientos
el delirio de este amor bien lo padezco
y lo quiero aunque me muera por tenerlo

Guárdame,  en las torres de tu pecho
adéntrame en tus entrañas cálidas
en el mar de este sueño que añoro
y que desespera en mi aposento sombrío.

Esperanza mía dame de tus aguas vivas 
y de tus alientos la vida perpetua
en los prados de mis ojos, doncella mía
hada de mis bosques, playa de mis blasones.

Ven en las manos del viento
como las gaviotas blancas volando
con tus mensajes de ensueño
que estoy ansioso de verte
ven por las sendas donde yo muero
quiero anclarte en el fondo de mi pecho
con tus delirios vivos para volar juntos
hacia la felicidad del etéreo cielo.