viernes, 21 de abril de 2017

                                                                  
LA DIOSA DEL AIRE
 
Siento la sed de un beso,
de tu boca cuando calla
que me irradia tanto amor
en las sierras de mi alma
y en la taciturna noche,
donde duermen mis canciones.
 -
Cuánto diera por llegar
a tus trenzas y pestañas
y a los bucles de tu pelo
para adosarlos en mi rostro
y en los dedos de mi alma
y en las cándidas entrañas.
 -
Cuánto diera por jugar
contigo a las "moradas"
moradas hechas de amor
destellantes miradas
pero el destino ha burlado
la senda de nuestra patria.
 -
Y ahora al pasar los años
te presentas como hada
sobre mis bosques floridos,
como la más bella dama
dama que tanto quiero
y jamás se irá del alma
del alma y del corazón
por estar idolatrada
en los poros de mi piel
y en mis ideas grabada.
 --
Oh, diosa mía del aire,
tu boca de escarlata,
y tus ojos son de aceite
y tu alma tiene alas
para volar conmigo
-
a las más altas montañas,
y así viviríamos siempre
bajo las luces del alba,
escribiendo en los labios
las leyendas más amadas
para fundir nuestro sueño,
cuando el silencio se calla.                              


    ADIÓS GAVIOTA MÍA

Adiós gaviota mía,
paloma de mis poemas,
ya nunca más nos veremos…,
jamás por la misma senda,
ni te cantaré baladas
ni te contaré más penas. 

Y los llantos de mi alma
morirán entre las peñas, 
entre los juncos que lloran
y entre las frías arenas,
mi vida ya está enterrada
aunque tú no lo comprendas,
y las naves de mi hastío 
se han ahogado y hundido,
con sus palos y sus velas.

Si en tus escritos pusieras
lo que tu piensas de mi,
 que gusto y placer te dieras
 a satisfacerte así, 
 pero también que supieras
y en el fondo conocieras,
lo que yo pienso de ti.

Adiós gaviota mía,

paloma de mis poemas,

ya nunca más nos veremos…,

jamás por la misma senda,

ni te cantaré baladas

ni te contaré más penas.