sábado, 27 de junio de 2015






 ABRÁSAME

Abrásame musa mía
 por mis  blandas alamedas
que son tus ojos  de luna
y tus cabellos de avena.


Oh, resplandor querido,
hechicera  de mis venas,
ven en las plumas del viento,
 manzanita mía, espera;
ven a mis tierras de luna,
con besos de vida eterna.


Devórame en las dunas
en tus cañadas tiernas,
enróscame en tus molinos
dentro de tu virgen selva ,
para llegar a tu blanco
a tu blancura  mi libella.


Libérame de estas prisiones,
para mimar a tus trenzas
que enloquecen los cristales
y el viejo tronco de leña,
y los valles de mi alma
que fluyen agüita fresca
y llantos angelicales,
que moran en mis tormentas;
la mirada de tus ojos
que de cerca me envenenan,
al sentir tu amor profundo
ya me tienes a tu vera.


Arrebátame, ¡gloria mía!
y llévame  hasta tu tierra,
porque fenezco en nostalgia
por a dentro y por a fuera,
y la tengo en mis cangallas,
y en la sangre de mis venas.

  
 Rocíame oh, tierna estrella
 con tus lejanos perfumes
en tus bosques de leyendas,
y en la vereda de tus iris,
para verte, mi doncella.


En tus senderos de plumas
senderos de tus almendras,
para que me aniquiles
dulce y eterna mía…,
eres linda y hechicera.


Acaríciame diosa mía
con la magia de tus mentas,
escríbeme con ternura
la más eterna leyenda,
en el dintel de mis labios
y en el campo de tus hierbas,
 y muramos en los valles,
allí donde tu quieras,
cual mansas mariposas,
delicias, de las estrellas.


viernes, 26 de junio de 2015


AVISO DE AUSENCIA DE esthelarez
Temporal es... temporal. Besos y abrazos para tod@s, desde mi alma y corazón.


218. A MI MAESTRO ADMIRADO: XAVIERITO. [A: Juan Senda]





 [Mi Maestro... en aquellos bellos años primaverales]

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Por ti, mi sabio y prudente Maestro

tengo una gran admiración y respeto

los que en forma incondicional

me permiten disfrutar en permanente

de tus excelsos versos sin par.



Siendo así como ansío continuar 

con mi manifiesto respeto

si es de su persona en la distancia

el tiempo permitirme este deleite.



Cada escrito de mi parte es una afición al arte
que de mi corazón, alma y sentimientos parte
para confluir en un solo intento para expresar
lo que siento, siendo predominante a cualquier
racional regla de la que conocimiento no tengo




En cada uno de tus versos encuentro

alma, corazón y cuerpo.




Sé de la imaginación dominante,

sé de la musa que te asiste siempre

y ampara incondicionalmente 

como de mí es el congraciado muso presente.




Sé lo que es disponer de ellos

a mañana, tarde y noche

de su presencia sin reproche,

porque su existencia es perenne

en cada uno de nosotros

que osados les hemos creado.





Son ilusiones, ensueños y sentires,

los  que ávidamente transcribimos

en apasionados versos, 

con aumento del deleite

del congraciado creador…   

y a gran parte de lectores

que se aprestan a explorar…

los sentires compartidos en versos.


.

Así mismo me permito expresar

lo que su comprensión ha de abarcar

mi intención de seguir como tal,

con el muso que me asiste actual 

el que es la versión masculina

de tu musa singular que te abraza incondicional.



.

Para ti mi noble Maestro va mi admiración primera

para seguir mi respeto con mi fraterna amistad

en tercera, la que con un abrazo fuerte


y un gran beso en el espacio-tiempo quiero sellar  

si así de tu gusto es y permitirlo grato te es.

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A: Juan Senda, mi Maestro Admirado

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[©Reservados todos los derechos de autor conforme a la ley vigente]7



TUS DULCES PUPILAS


¿POR QUÉ TENDRÉ SED DE TUS OJOS
DE LA SOMBRA AZUL DE TUS PUPILAS?
EL VIENTO VA EN LA TORMENTA
Y DESDE LEJOS TE MIRA.

ES UN MOMENTO DE LÁMPARAS
Y DE LUNAS QUE PALPITAN,
Y DE SOMBRAS QUE SE APAGAN;
Y OTRAS QUE RESUCITAN,
INMACULANDO ES TU AMOR
QUE LLEGA HASTA MI PECHO,
Y EN ÉL SE AHONDA Y SE AGITA.

¿POR QUÉ TENDRÉ SED DE TU BOCA
Y DE LA SOMBRA DE TUS RETINAS?
TENGO MIS HOMBROS DE FUEGO,
Y TENGO EL ALMA ENCENDIDA
Y MI ESPÍRITU, CON HIEDRAS
QUE ME CONSUMEN LA VIDA,
Y SE ENROSCAN EN MI ENTRAÑA
Y AUMENTAN LA PENA MÍA,
DESDE MI HUERTO DE FLORES,
DONDE TENGO MARGARITAS.

ALLÍ TENGO MIS TESOROS,
LOS AÑOS, LOS MESES Y LOS DÍAS,
CON LOS LLANTOS MÁS AMARGOS
QUE ME DAN MIS ELEGÍAS;
¡AY, CAMPO DORADO DE AMORES
Y DE DELICIAS CAUTIVAS!
POR ESO RECUERDO AHORA,
TU DULCE Y MANSA PUPILA     
COMO LA LUZ DE SAN TELMO,
QUE, CUANDO ALUMBRA, SUSPIRA.

jueves, 25 de junio de 2015




EN LAS SOMBRAS DE UN BOSQUE


En las sombras de mi bosque
dentro de mi gran suspiro,
y en el bosque de mi alma,
tengo un tesoro escondido,
también tengo una cabaña. 



para mi musa de lirio,
para las sombras que vagan,
y los perfumes que viven
por las sendas solitarias.



El silencio se apodera
de todas las circunstancias,
para que el bosque sea puro
en su majestad callada.


aquí vivo con mi trina
la más bella de las hadas,
a la que tato yo la quiero,
porque me muero de ansias,
para besarla en mis brazos
con todas las esperanzas,
como estrella de mis lunas,
mascarón de mis fragatas.


La rosa roja del viento,
la estrella de la mañana,
pergamino de mi espíritu
y el arca de mi alianza.


El manuscrito del día,
todas las luces de alba,
archivo de los misterios
y las más tristes nostalgias,
para construir un reino
dentro de nuestra cabaña,
donde reinará la gloria
entre las   dos lindas alma,
para ser siempre felices
en la selva inmaculada.


Virgen como una sirena
que vive en la mar salada,
pero mi musa es del bosque
la que mora en mi cabaña,
por las noches pues se asoma
de su alcoba a su ventana,
para respirar perfumes
y platicar con las hadas.


Su mancebo pues la mira
como su musa se ensancha,
con sus princesas del bosque
y ya cierra la ventana,
y se acuesta en su lecho,
toda de sedas su cama,
y el mancebo ya la mira
y con ternura la abraza,
y le pega media vuelta
sobre su pubis que inflama,
el bracito del mancebo
listo para la  cañada
y la zagalita espera,
tendida sobre su cama,
pues al verla su mancebo,
ya la coge y ya la abraza.



Y se ponen a bailar

la más dulce de las danzas,
y asi toditas las noches
en esa hermosa cabaña.


Baila el mancebo y su musa
la sublime de las danzas,
desde la puesta del sol
hasta venir la alborada.





  •  
QUÉ LARGAS SON MIS LLANURAS



Las arpas de mis cantares
van por las sendas cautivas,
lloran por todas las sombras
y cantan las penas mías.



Cantares de mis cantares,
cantos de melancolía,
llantos de la noche oculta,
pasos de la sombra fría.



No tengo luz en mis ojos
para embriagarme de días,
ni esa estrella del alma
que siempre te da sonrisa.



Quiero ver a quien no veo
en mansa policromía,
la perla negra del alma
con sus cabellos de brisa.



¡Oh, piedras de mis caminos!
Qué desaliento y fatiga,
qué largas son mis llanuras
que nunca les veo orillas.




Así se mueren mis ojos
sin alcanzar la conquista
de la más grande llanura,
que tiene la pena mía.

miércoles, 24 de junio de 2015






DOS HERMANAS


Ayer salí por la noche
a penas sin tener ganas
sin luna de blanca perla,
la noche de doble capa.


Fui bajando por la arena
entre la seca y mojada
y sentí como de lejos,
el canto de varias garzas.


La noche se hallaba fría,
el silencio se acostara,
el eco marchara lejos
y la mar tenía guardias.


Me fui acercando a la orilla
donde las olas bramaban
y vi dos hombres con redes
en la orilla de la playa.


Yo les di las buenas noches,
ellos ni media palabra
y al lanzar el resplandor
de mi linterna encarnada,
taparon los dos el rostro
y se pusieron de espaldas.


Me angustié por atrevido
ya que nada me importaba,
mas usando el poderío
que siempre tuvo la playa,
me apoyé para saber
a ver que peces pescaran
y cuando lancé la luz,
sobre la red y las algas,
se taparon sus melenas
y con las manos la cara,
y de pronto di la vuelta
la vuelta para mi casa
pensando quienes serían
aquellas extrañas caras
pues lo supe de repente
por la red y por  la barca.


Pues resultando el misterio
de dos personas extrañas,
vinieron a ser mujeres
vestidas de ropa de aguas;
que estaban pescando solas
solitas las dos hermanas
porque la madre y su padre
los dos enfermos estaban
de pulmón y pleuresía
pero alimentos faltaban
de aquella casita pobre
tan pobre y olvidada
por toda la vecindad
sin corazón ni entrañas
mas gracias a las chiquillas
que por dos hombres pasaban
en las noches taciturnas
pescando desde la playa
y conseguir el sustento
para todos los de casa
y se vendían la pesca,
mintiendo que la compraran
a hombres de la "rapeta" (cerco)
y así, sus hechos salvaban
de toda mosquita muerta
y de las lenguas más largas
por tenerlo por vergüenza
que dos mujeres honradas
trabajasen con sus redes
de cerco desde la playa. 


En las noches del invierno
cuando la mar se calmaba
para solventar la vida
la vida que agonizaba
en una casa de piedra
en la sombra y solitaria,
y en esta sombra vivían
gracias a las dos hermanas,
que pasaron sin escuela
y a nadie les extrañaba,
que aquellas lindas chiquillas
desde la más tierna infancia,
no supiesen de un pupitre
para liberarse el alma,
pero era la pobreza
que las tenía cercadas,
padeciendo mil tormentos
y tantas cosas amargas;
así pasaban la vida
de forma humilde y callada,
gracias a las dos chiquillas
a dos unidas hermanas,
intrépidas marineras
como los hombres de alma
mas cuando las vio la luna
desde una triste alborada,
descendió por su escalera
y llamó las madrugadas,
y al canto de las mareas,
y a sus tambores de nácar
para llamar a las peñas,
y a todas las mansas playas
y al misterio de las rías,
y al silencio de la anclas,
a las proas de los barcos,
y a todos los catalejos
que cuelgan en las bitácoras,
para observar en los mares
las destacadas distancias
y por ellos se vean velas
de corbetas y fragatas

Pues llamando a las estrellas
que al festejo se sumaran,
mas tarde llamó a los vientos
y a las más negras borrascas,
y a los chubascos de nieve
y a los fríos que pasaran,
aquellas lindas chiquillas
con la rapeta en la playa.


Y al final llamó a la luna
por una fortuna encontrada
por aquellas dos chiquillas
en una barca enterrada,
en el rincón de la ría
que desde siglos estaba,
llena de cofres con perlas
y de verdes esmeraldas,
pero la luna con fuerzas
aquella grande fortuna
la luna les entregaba,
un mapa con cuatro firmas
como una herencia encontrada,
para aquellas dos chiquillas
para aquellas dos hermanas,
las que pescaban con redes
y con su negra chalana,
las que pasaban por hombres
y se tapaban las caras
para que nadie supiese
la pobreza de su casa.