martes, 31 de marzo de 2015

 

  A MI DONCELLA


 

Quisiera cantarte ahora

 

una balada maestra,

 

para ti perla del aire

 

para ti oh, mi libella.

 

 

Me ahogas de ternura,

 

me ahogas y envenenas,

 

con esos ojos de luna,

 

con esas dunas de cera,

 

con ese busto de rosa

 

para mi boca sedienta.

 

 

        

Oh cielo mío del alma,

 

gaviota de mis poemas,

 

eres mi maga y mi musa

 

y de mis ojos sirena.

 

 

       

 Oh, canto de mis entrañas

 

 cuanto para ti quisiera,

 

 poder hacerte mi diosa

 

 y dueña de las estrellas,

          

 por eso así te canto

 

por saber que tú eres esta:

          

Como el canto de los bosques

 

es la voz de mi doncella,

 

es la brisa perfumada

 

cuando del jardín regresa.

 

 

Es el remanso del río,

 

preciosa alfombra de seda,

 

divinas manos de espuma

 

y boca de blanca perla.

 

 

 

Es mariposa florida,

 

es la amapola de cera

 

es dulce como las uvas,

 

sabrosa como la almendra.

 

 

Tiene los ojos de trova,

 

sus manos tiene de avena

 

sus mejillas de alabastro,

 

y sus cabellos de selva


lunes, 30 de marzo de 2015




 

CONTADOR DE CUENTOS


CADA UNO CUENTA SUS CUENTOS,
Y YO OS CONTARÉ EL MÍO,
CUANDO EL SOL ABRA SUS OJOS
Y NOS LEA SU LIBRILLO,
LUEGO VENDRÁ UN LUCERO
CON SU FAROL ENCENDIDO,
Y NOS CONTARÁ EL CUENTO
LO QUE AQUI HA SUCEDIDO,
PERO EN FIN TODOS OCULTAN
UN CUERVO CON LARGO PICO…



         "OH,GIOCONDA MÍA"



OCÚLTAME EN LAS TORRES Y EN LAS CAMPANAS DE LOS VIENTOS

Y EN LOS RÍOS DE TUS AMAPOLAS Y EN LA BAHÍA DE TUS LABIOS,OH MIA GIOCONDA.

EMBELESAME EN LA SOMBRA CON TUS BESOS Y EN LAS FLORES DE TU HUERTO.

ENDULZAME CON TU BOCA OH, "GIOCONDA MÍA" Y DUERMETE EN MIS AMADOS BRAZOS.

FONDEAME CON TUS BESOS EN LOS PROFUNDOS MARES DE TUS SABROSOS VENENOS. 

ÁMAME Y BÉSAME ENTRE LUZ Y SOMBRA Y ESPEDÁZAME A BOCADOS CON TU BOCA.

QUIERO VERTE TENDIDA EN LAS HIERBAS SECAS DE MI CAÑAVERAL PARA BEBER TUS MAGNOLIAS

EN EL SILENCIO Y BAÑARSE EN LAS FLORES Y DORMIR EN LAS ALFOMBRAS DE TU CUERPO.

LAS VENAS DE MI ALMA SE DILATAN COMO ESTRELLAS AL CONTEMPLAR LA SELAVA DE LA HEMBRA.
                                       
OH, LIRIO MIO, EL LLANTO DE AMOR  QUE YO TENGO SE DERRAMA POR LAS SENDAS DE TU BOCA ,
                       
DE TU PELO Y DE TU CUELLO.

ESCÓNDEME EN LA PENUMBRA DE TU MAOSOLEO Y EN LAS CELDAS DE TU PECHO Y VIVA YO

EN LAS ESNTRAÑAS DE MI AMADA QUE TRASPASADO SUS HUESOS PARA FENECER LOS DOS A BESOS...

CONSUELAME DULCE AMOR MIO Y DUERMEME EN TU REGAZO Y ACUÉSTAME EN LAS SEDAS

DE NUESTRO AMOR ETERNO.




GOTA A GOTA PARA TI MI SANGRE


Amarte sería poco,más quisiera querer amarte más

desde las altas torres de mis santos altares,

Y desde allí verte como mariposa,estrella radiante,

y morir contigo es amarte, yo quisiera más amarte,

hasta derramar gota a gota para ti toda mi sangre.


Mujer de ojos bellos te susurro desde mi bosque

desde el silente divino para nuestra felicidad

sempiterna.


Disecaré mis  venas para quererte y conseguirte.

Y ser la mía sibilina  en los mares de mi sangre

En los matorralles del abismo y de los floridos

aires.

Volaremos por los celestes campos de los amados

Que mi alma se derrite muriendo pensando como te

amo.


Ámame amor mío, hasta el último pináculo de mis

pupilas,

hasta el techo de  los cielos para cogerte en brazos

y curarme  a besos.


Junto el mar quiero verte co tus ojos mirándome

y cabello al viento descalza corriendo hacia mi

¡Oh! amor mío! Dame ese beso de muerte e infinito,

para fenecer juntos y gozar de la gloria

en los floridos campos de nuestros espíritus






ERA ELLA

Circulaban el aire y las estrellas

el paraíso se quedó desierto

y  ensangrentado sobre la tierra

el abismo vacío y oscurecido,

vestía rojo, amarillo y cobrizo

los humos salían del barro

y cubrían las sombras

que ella había señalado.


Era ella, la matrona de la sombra,

la que divagaba por todos los senderos

y encendía sublimes piedras


Sollozaba la brisa muy triste

inclinada sobre las aguas del río.

las montañas avanzaban en besos

y se perfilaban por los espacios del silencio.


La luna estaba afligida y solitaria

y las noches todavía eran albas,

pero era ella, quien paseaba

por las sendas de su selva

y se movía a complacencia,

en la profundidad de la otra noche,

de su propia sombra.


Nada había para ella:

sólo el sabor de la sangre

y el fulgor de ver lo que había hecho...


Inflamaba la tierra,

gritaban los volcanes,

pero ella se vestía de estrella

para iluminar todos los senderos

y los tesoros de su selva.


Pero fue ella, cual hembra ingrata,

bestia, maldita e insurgente

vigorosa de aquella luz etérea

quien luego murió en la oscuridad,

y se quedó en la más profunda fosa

yaciendo en las tinieblas de su sombra



EN EL SILENCIO DE LA SOMBRA

Soy la piedra solitaria,

el pedrusco perdido,

en el espacio escondido,

y la oscuridad advertida.


Estoy debajo de la tierra

oculto, donde los ecos callan,

al lado de los demonios,

los herederos de hades.


Todo es sordina y sombra

no hay palabras sonoras

es el silencioso espacio

para mis penas y angustias.


Sé que he quedarme y morir,

en este protervo  abismo

de ojales y lenguas  largas,

donde no habrá luz en mi alma

ni sendas pulcras, ni anchas.


¡Qué lejos y qué hondo foso!

y qué anaconda sitiada

sobre el árbol de los lerdos

y nunca en las sabias ramas.


Ni en mis venas, ni en mi sangre,

ni en mis ojos, ni en mi alma,

ni en mi boca tengo las sombras

de los hechiceros magos

y no quiero parecerme,

a esos dueños de falacias.


Qué lejano foso me espera

yo no soy nada, ni nadie

ni fui ayer, ni seré mañana

porque el destino me hizo paria,

mendigo de todo y de nada

y protesto a su sentencia.

¡Yo soy lo que soy!
y en alegorías lo expreso.


Soy una estrella perdida

sin luz que divaga escondida

una galaxia escaldada,

aquella voz que suspira

cuando vierte tantas lágrimas

sucumbido en esta nada.






COMO LA SOMBRA QUE VAGA


Era una casa de piedra
solariega y reforzada,
catorce abetos tenía
un negro portal de rejas
primera y segunda entrada,
en la que despacio y sin luz
como la sombra que vaga,
ingresé para ganarme la baza
una vela iluminé, a un aposento llegué.

Cerrado con diez cortinas,
todas ellas embrujadas
dentro del caserón
en una mesa muy larga,
había seis candelabros
de fina plata forjados,
cuatro bandejas había
y ensaladeras sin tapa,
y cien cubiertos brillantes
en otra sala escondida
que apenas iluminaba,
aquella lucerna pequeña
que la casa me enseñaba.

Al dar tres pasos al frente
al lado de una ventana,
se hallaba una vitrina
con dos cabezas humanas,
en dos bandejas de vidrio
como vivas, disecadas.
que los cínicos cortaron
aquellos veinte asesinos
con sus afiladas espadas.

Pero lo más sorprendente,
y aquí me quedé sin habla
al ver las copas con sangre,
y sobre la sangre una cara
copa a copa fui mirando
a ver que rostros hallaba,
entre los blancos y rojos
de los que allí traspasaran,
con quince sables de oro
y cinco largas espadas.

Todos eran campesinos
que en la mesa dictaran,
mas de las copas presentes
de las que allí se encontraban,
eran de los veinte asesinos
que dejaron de tomarlas.
  
Al lado de tantas copas
de botellas y garrafas,
me espantaron tantos ojos
y tantas humildes almas,
que penaban en botellas
y en las azules garrafas.

Tenían cara de hombres
con patas de salamandras,
y ojos como las moscas,
que al mirarlos te espantaban
las traidoras y alcahuetes,
prostitutas y borrachas,
al meterlas en botellas
y en las ocultas garrafas
enfermaran de ictericia
y de la rabia canina.

Al apagarse la vela
de la diminuta llama,
de las botellas brotaban
miles y miles de almas
y otros espíritus vivos,
de mujeres fusiladas,
que venían por la noche
a beber saliva de araña.

Aquello era un refugio
de tantas extrañas almas,
posada de los espíritus
que solitarios vagaban
un vil lugar de sentencias,
de espíritus que incorporan,
en la mente de los hombres
y por todas sus entrañas,
con desatinos macabros.