sábado, 18 de octubre de 2014

DULZURA MÍA


  
QUIERO BESAR
LAS GRUTAS DE TU CUELLO,
POSAR MIS LABIOS

EN TUS CABELLOS,
BEBER TUS DULCES AGUAS
Y LA BLANDURA

TUS BLANCOS SENOS,
QUE SON TUS TIERNAS ROSAS
Y TUS  ALMENDROS,

PARA MIS LABIOS
SECOS MÚSTIOS Y HAMBRIENTOS;
UVAS MADURAS

QUE SON MONTAÑAS,
O DUNAS DE TU PECHO;
OH, GLORIA MÍA,

OH, DULCE SUEÑO,
ABRÁZAME EN LA SOMBRA
CON ESOS BESOS,

QUE ME ENVENENAN
CON LA DANZA DEL FUEGO,
BEBIENDO GLORIA,

DENTRO, MUY DENTRO
Y SE DERRAME EL FLUJO,
CANELA Y QUESO.

BAJO LA SELVA
DE TU ROJITA ALMEJA,
ALLÁ MUY FONDO

 POR EL BRACITO
LENTAMENTE SE ENGENDRA,
 EL NARDO BLANCO,

ROSA Y CAMELIA,
LA LOCURA DEL FUEGO,
Y ANIQUILADOS

POR EL DANCEO,
LA ALMEJA Y EL BRACITO
SE QUEDAN MUERTOS

LAS PENAS DEL ALMA



Tengo una pena en el alma,

 

que sólo un beso de ternura

 

o un mensaje de amor bastara,

 

para hacer feliz a mi espíritu y 

 

y a mis entrañas

 

que en su tristeza claman,

 

claman por la paloma mía,

 

que voló por las montañas,

 

se ha ido en la tarde fría

 

con el brillo azul del alba,

 

tan linda tan bella y hermosa,

 

la mía góndola blanca, 

 

la mía hechicera y alondra.

 

 

Se ha ido, mi paloma:

 

¡Qué pena yo tengo en el alma!


¿QUIÉN ES ÉSTE SER EXTRAÑO?



Oh, rayo de luz sutil,

maldita piedra de fuego,

asaltador de moradas

y turbador de cerebros. 


Eres tumulto de llantos, 

y cerrojo de los presos,

vanidad de vanidades,

y torre de los soberbios.


Tienes la boca de sangre,

porque te gustan los muertos,

y tienes alma de sombra,

y eres un  espíritu negro. 


Decidme, ¿quién es éste,

el que se esconde en silencio,

y se mantiene en la sombra

muy callado en su acerbo? 


En la tierra que no acampe,

arrójalo al desconcierto,

dile que el tiempo se acaba,

y que el sosiego es nuestro. 


Que la paz es nuestra vida,

que la reclaman los pueblos,

que es el sendero del alma

y gozo del universo. 


Decidme,  ¿quién es éste,

el que se embriaga de sangre

y hasta se invita a bebérle? 


Tú sabes cuán tempestades

ha creado su cerebro?,

Creó legiones de hipócritas

y batallones de necios. 


Seleccionó las edades 

y ha troquelado los tiempos,

y la tierra la ha hundido,

en hambres y sufrimientos. 


Decidme , ¿quién es éste,

el que se nutre en venganzas

y colecciona esqueletos? 


El se inventó  los furores

para envenenar los pueblos, 

y ha corrompido el saber 

con las fauces de sus fueros.


Vendrán  fulgores de lumbres 

y arderán los universos,

como un viejo pergamino,

y finalizarán los tiempos

con sus tambores de gloria,

con sus trompetas  de fuego,

la luz del sol se disipa

y por fin nuestro regreso.



CAMINO DEL CIELO



¿En qué camino he de poner mis pies?

¿Dónde mis ojos han de caer para

verte?

¿Dónde mi herido corazón

ha de encenderse para volver a adorar

los delirios de aquel amado sueño?



Las nubes me han cerrado el cielo

y las estrellas descalzas,

con sus manos blancas,

recogen mis lágrimas caídas

solitarias por los senderos del amor,

que las cuatro pupilas soñaron juntas

para poder vivir en los jardines

inmaculados que sólo el amor separa,

para quien sabe beber por las copas de

ese bien amado.


Ahora la montaña llora, no tiene flores,

sólo la soledad eterna la consagra y la

cautiva con una profunda herida en el

alma como si te sangrara el cuerpo.


El viento la peina y la besa

y nosotros solos, dentro del místico

sentimiento, todavía permanecemos y

nos sentimos…dentro de las dulces

aguas de aquel beso que nunca nos

hemos dado, como debe darse boca a boca y

con locura yo la besaría muy apasionado.

El DÍA QUE YO ME VAYA



  
El día que yo me vaya

he de llevarte conmigo

y has de volar como un ángel,

sobre  el abismo divino, 

y  has de venir a mi lado

como un arcángel de vidrio,

para hundirme de amores

desde nuestro misticismo,

y me darás la mano,

yo te daré a mi mismo,

para pasar a tu entraña

y vivir el dualismo,

dentro y fuera de lo eterno

por los siglos de los siglos.


El día que yo me vaya

he de llevarte conmigo,

y has de volar como un ángel

sobre el abismo divino.


Tus ojos serán mis ojos

para verte en mis hechizos,

y en mis amores profundos

y en los místicos idilios;

amores que nunca mueren

y jamás son divididos,

como lo es nuestro amor

dulce, tierno y cristalino;

y en susurros este amor

yo te lo doy y te lo pido,

para que sea inmortal,

por los siglos de los siglos.


El día que yo me vaya

he de llevarte conmigo,

y has de volar como un ángel

sobre el jardines divino,.

y pasaremos al huerto

igual que dos peregrinos,

para vivir lo inmortal,

para morar entre amigos,

en el bosque celestial

vestidos de cuerpo astral

y de nuestro santo espíritu,

morada del querubín

y de los aires divinos,

donde tú y yo vivir…,

por los siglos de los siglos.


 Y al final de este gran vuelo

el último y definitivo,

ya seremos dos uno

por los siglos de los siglos,

entonces tú exclamarás

besémonos dulce amor mío.



A MI FEA DONCELLA



 

Quisiera cantarte ahora

 

una balada maestra,

 

para ti perla del aire

 

para ti oh, mi libella.

 

 

Me ahogas de ternura,

 

me ahogas y envenenas,

 

con esos ojos de luna,

 

con esas dunas de cera,

 

con ese busto de rosa

 

para mi boca sedienta.

 

 

Oh cielo mío del alma,

 

gaviota de mis poemas,

 

eres mi maga y mi musa

 

y de mis ojos sirena. 

 

     

Oh, canto de mis entrañas

 

cuanto para ti quisiera,

 

poder hacerte mi diosa

 

y dueña de las estrellas,

          

por eso así te canto

 

por saber que tú eres esta:

          

Como el canto de los bosques

 

es la voz de mi doncella,

 

es la brisa perfumada

 

cuando del jardín regresa.

 

 

Es el remanso del río,

 

preciosa alfombra de seda,

 

divinas manos de espuma

 

y boca de blanca perla.

 

 

 

Es mariposa florida,

 

es la amapola de cera

 

es dulce como las uvas,

 

sabrosa como la almendra.

 

 

Tiene los ojos de trova,

 

sus manos tiene de avena

 

sus mejillas de alabastro,

 

y sus cabellos de selva