domingo, 27 de marzo de 2016


                                                               
BLANCA  MARIPOSA

 
Tu presencia ángel mío
es un pétalo de rosa
enredado en mis pupilas,
como blanca mariposa.
 
 
Eres flor de mis almendros
y la barca de mis playas
la gaviota del viento,
volando  por mis entrañas.
 
 
Te siento amada mia
más allá  de las  galaxias,
te siento  en el silencio,
dentro muy dentro de mi alma
en mi pecho  escondida,
y en mis venas derramada.
 
 
Ayúdadme vientos del cielo
a buscar mi perla dorada,
que la siento allá muy dentro
la mía doncella y zagala.
 
 
 
Arráncame dulce amor mio
estos llantos y batallas
que me fixía las cuadernas
y bitones  de mis barcas.
 
Yo quiero, ¡oh! dulce mia
esos  besos de tu alma,
los de tus venas y labios
ese deleite que canta
dentro  de tu boca tierna
tus besos  de esmeralda
que evocan las estrellas
y tu boca, oh, mi  calandria.
 
 
Gaviota mia quiero tu Patria,
abre las puertas del cielo
y dame  tus besos  de plata,
y tus pestañas de vidrio
y las  brisas  de la Habana.
 
Enarbola nuestros cielos
fidedignos con deseo,
las arenas  de la playa
y danzas  de Varadero.
 
¿Que es esto?
es un beso
el que nunca nos dimos,
el que vive  y está preso.
 
 
Te vi unos lindos ojos

que reflejaban cielos,

que parecían ríos

y resplandor de almendros.
 
 
Eran pétalos de rosa,

cual amapola al viento,

espigas de un trigal

en pálido destello.
 
 
Tenías luces blancas

y opacos parpadeos,

melancolía mía,

tus ojos son muy bellos.
 
 
Que lindos ojos tienes

bañados en misterio,

que dicha y frenesíes

tocarlos con mis dedos.
 
 
Que ojos tan hermosos,

oh, musas de mis sueños,

estrellas de mis labios

y almíbar de mi ego.
 
Tienes los ojos tristes

iluminando cielos,

y declamando amor,

y regalando besos
 
pero estás  y no te veo.



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