TE BEBO DULCE AMOR MÍO
Estrellita de mis cielos
cómo iluminas mi alma,
y el interior de mi seno
con tu lucero de plata,
y te bebo dulce amor
tus pupilas y pestañas.
Estoy muy dentro de ti
y en tus castillos de ágata,
y en la pasión cariñosa
de tus místicas mañanas.
Gloria mía de los aires
ya moras en mis entrañas.
y en las sendas de mis bosques
y en las sagradas montañas.
Si tus llamas encendieron
las caricias que me faltan,
gloria mía ya la eres
esa doncella tan guapa
tan linda como una hurí,
que es la más bella sultana,
de mis bosques y de sueños
de mis blanquísimas playas
y la diosa de mis mares
y la dueña de mis barcas,
y por ser la gloria mía
y la Venus de mi entraña,
ya eres la reina diosa
la mía goleta y fragata,
y te voy a dar los reinos,
los cielos y las galaxias,
cuatro millones de perlas
y todas las madrugadas,
y las selvas caprichosas,
todos los ríos y playas
y luego me he de entregar
al amor de tus palabras,
para poder compartir
los sueños de enamorada,
con esos que sueño yo,
en las noches solitarias,
secándome las pupilas,
o limpiándome las lágrimas,
por esta gloria mía,
por esta dulce amada,
por esta estrella mía
que descendió en el alba
y al darme su corazón
y al posarse en mi alma,
ya sentí cantar los vientos,
y aquellas tristes baladas,
que me cantaban de joven
los sueños que yo soñaba.
Ya están contentas las olas
ya están gozosas las playas,
y las arenas y juncos,
todas las redes y barcas,
y ya sueñan las mareas
en abrazar esa dama,
esa diosa y gloria mía,
esa mi estrellita blanca
que vino desde los cielos
y se posó en mi alma.
Lecturas: 92