lunes, 10 de diciembre de 2018

LLEVO RUMBO DE SOTAVENTO

No quiero transformarte en mis lunas hechiceras

como la brisa del monte cuando te acaricia y te besa,

en el valle de tus ojos y en las dunas de tus cejas,

en las torres de tu pecho palomares que se queman,

y arbolando los trinquetes ya se hincha la vela,

y asomando la lluvia densa yo le bebo la marea,

y el pedregal todo el y también su divina peña,

y en las noches taciturnas y una barca en tierra.


Viene descalza y desnuda sin amor y con pena,

yo la abrazo en el agua y la beso en mi barca negra

y ya salto en tierra y en las mojadas arenas,

y en las hierbas de la playa y en las sombras muertas,

nace una bella y lírca primavera y muere en los brazos

de su amado una de las más divinas y legendarias

leyendas.