jueves, 26 de febrero de 2015






EMBRIÁGAME TESORO MÍO

Embriágame tesoro mío
mi calandria y mariposa
enciéndeme tus lámparas
con mis astros y estrellas.

Hazme descender a tus aguas
y a tus ojos hechiceros
descuélgame del árbol seco
y del tronco que me tiene herido.

En la sombra de tus noches,
la muerte estará conmigo
envenéname tú ¡oh, diosa mía!
y ámame susurro mío.

Ámame con esa luz de tu alma
la luz mágica de tus molinos
que tienes arriba y tienes abajo,
dame ese pan fresco para mi boca.

Aliméntame con tus mieles
ciervita de mis  bosques
crucifícame en tus altares,
¡Oh, ninfa de mis verdes olivares.

Ámame con  tus fulgores celestes,
ámame Dios mío con tus manos
en mis ojos ¡Oh, lumbrera mía!
que entrarán en ti mis aguas.

Quiero traspasar tu cuerpo
Tu cuerpo de avena y de trigo
harina que aviva el mundo de mi alma.
Ven a mí, estrellita mía, ven.

Tu boca es manantial de mis amores
para morir en los pozos de tus glorias
con el amor tierno y eterno
a tu lado jilguerillo de mis penas.

Mis campanas me llaman
hacia los vientos secos
y las yerbas amargas del llanto
donde las voy cosumiendo.

Desde las altas montañas
voy viendo tu amor profundo
volcado entre las sendas de mis venas
y veo que se desborda impetuoso
por los cauces de mi sangre.

Los vientos alisios y santos céfiros
nos llevaran al portal de la gloria
y nos llevarán los ángeles
a los mausoleos del cielo
y seremos los dos, sempiternos
en los mansos ríos de nuestro Santo Dios




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