sábado, 15 de agosto de 2015


  CAMAGÚEYANA MÍA

Fuiste cobijo en mi sombra
en mi sombra como amada,
colina de mis caricias,
cazadora de montañas,
la que libaba mi boca,
y endulzaba mi garganta.

Yo le cogía los dedos
y su boca devoraba,
como el mar liba las peñas
sin cansarse de besarlas.

Le desplegaba las velas
cuando los vientos soplaban,
ella se asía a mis drizas,
y a lo firme de mis jarcias,
y cuando soplaban vientos
yo  arriaba mesana,
entonces cuanto más viento
más andaba la Fragata,
y al levantarse de popa
la proa más penetraba,
y los estays se movían 
por la fuerte marejada,
y cuando paraba el viento
la Fragata descansaba.


Así pasaba la vida
tan feliz con mi Fragata,
la que llevaba a los puertos
como diosa y capitana,
la que soñaba conmigo
de la noche a la mañana,
dentro de mi camarote
donde las musas contagian,
las delicias marineras
en las tarde solitarias,
libando sus labios puros
toda su boca y garganta.


Y cuando soplaba el viento
le bajaba la mesana,
ella se asía a mis drizas
y se abrazaba a mis jarcias,
y cuando había bandazos
se quejaba y suspiraba,
porque caía la proa
en profunda pantocada,
y así quedaba dormida,
mas tarde se despertaba,
y se miraba al espejo,
y se fijaba en su cara,
 en su melena sedosa
y sus mejillas manchadas,
de los besos recibidos
de aquel trovero de gavias,
que navego cinco meses
con la más linda Fragata.


Y todavía recuerda
las dulces glorias pasadas.
y no me pesa decirlas.
y no me pesa contarlas.
fue lo mejor de mi vida
con mi hechicera mulata,.
perla del mar del caribe
que resultó ser mi amada,.
la más bella que yo tuve
la que más glorias me daba,
la que más feliz me hizo
aquella hermosa zagala,
que cuando la veo pasar
y se para en mi ventana,
para mirar donde estoy
dentro o fuera de mi casa,
mas cuando salgo al balcón
me mira, se va, y calla,
y muchas veces le digo,
todavía estás más guapa
ella con media sonrisa
desde allí besa mi cara,
con aquellos ojos brujos
y calladita se marcha,
pero yo la sigo viendo
en la prudente distancia,
ella me vuelve a mirar
si yo sigo en la ventana,
y le recuerdo por señas…,
nuestra vida en la Fragata

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