Embriagame con tus besos
de calandria y mariposa
enciendeme tus lámparas
con mis astros y estrellas.
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Hazme descender a tus aguas
y a tus ojos hechiceros
acércate quiero ver tus pestañas
arráncame de la sombra y del silencio.
Quiero vivir con mi palma blanca,
que se halla allá en los cielos
envenéname tú ¡oh, diosa mía!
ámame susurro mío, con un te quiero.
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Ámame con esa luz de tu alma
la luz mágica de tus molinos
que tienes arriba y tienes abajo,
dame ese pan fresco para mi boca.
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Alimentame con tus mieles
Ciervita de mis bosques
crucifícame en tus altares
¡Oh, ninfa de mis verdes olivares.
Ámame con tus fulgores celestes,
ámame Dios mío, con tus manos
en mis ojos ¡Oh, lumbrera mía!
que entrarán en ti mis aguas.
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Quiero traspasar tu cuerpo
Tu cuerpo de avena y de trigo
harina que aviva el mundo de mi alma.
Ven a mí, estrellita mía, ven.
Tu boca es manantial de mis amores
para morir en los pozos de tus glorias
con el amor tierno y eterno
a tu lado jilguerillo de mis penas.
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Mis campanas me llaman amor mío
a que vengas en las estrellas de mis anáforas,
en la nube parda con tus místicos besos.
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Ven gloria mía, que mi alma se envenena
porque te ama, te ama hasta derramar lágrimas
hasta el fin da las eternas y mimosas galaxias
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