HIJA DEL MAR
A TI, OH, MUJER CELESTE,
HIJA DEL MAR Y DEL VIENTO,
TE LLAMO DESDE MI BARCA
DESDE LAS BRISAS QUE ALIENTO,
DESDE LAS REDES QUE PISO
Y VELAS DONDE NAVEGO.
YO MORO EN UN PEDREGAL…,
EL MÁS PROFUNDO EN LAMENTOS,
EL MÁS CARGADO DE LÁGRIMAS
Y EL MÁS SEDIENTO DE BESOS;
AQUÍ TENGO A MI RIBERA,
DONDE SE ESCONDEN LOS VIENTOS
Y ESTÁN LOS DESAMPARADOS
Y LOS QUE ASPIRAN CONSUELO
Y LOS DE LOS OJOS TRISTES,
QUE LLORAN SU AMOR ETERNO.
TE PARECES A MI ESTRELLA
Y A LAS CUEVAS DEL SILENCIO,
Y AL MISMO QUE TE DEDICA
ESTOS CANDOROSOS VERSOS
QUE SALEN DE MIS SUSPIROS
Y DE LOS BESOS MÁS TIERNOS,
NACIDOS DEL GRAN AMOR
QUE ME BRINDA EL UNIVERSO
Y DE ESTOS OJOS MÍOS
QUE SÓLO VEN CEMENTERIOS
Y HACEN RÍOS DE SANGRE
Y CRUZAN TODO MI PECHO.
OH FLOR DE MI MADRESELVA,
LA DE MIS AGUAS SEDIENTA,
LA DE MIS AGUAS DE VIDA
Y NUBES DE MI TORMENTA.
ESTRELLA DE MI GALAXIA,
GAVIOTA DE MI SENDA,
BESO Y LUMBRERA MÍA
QUE VIVES EN MIS ELEGÍAS
Y EN LA SANGRE DE MIS VENAS.
TU DULCE NOMBRE
Déjame quererte ¡oh, dulce mía!
te voy a coronar de las pacíficas
brisas del norte para ti suave amor
desde mis profundidades marinas.
Eres el archipiélago mío,
la fuente de mi alma pura,
la antorcha de mis celosías,
la fuente de mis ardentías
Ven reina de los mares míos
a traerme tus besos de estrella
con tus vespertinos ojos aurora
de tus océanos magos los ardores
y las luces de tus hechiceros faros
Oh, dulce gacela mía.
eres la torre nacarada
donde yo campaneo tu nombre
tu dulce nombre y las llanuras
queridas de mis entrañas íntimas.
Tú que rebosas de amor y de ternura
ven celestial princesa con el vestido
celeste a darme tus besos en las
blancas dunas de mis verdes arriales.
.
Tiéndeme tus tapices dorados
en mis pies que te veneran
hasta el infinito pináculo
donde se reúnen todos
los te amo y todos los te quiero.
Abrásame en los hornos de tus
infiernos en las peñas de tus
huesos para morir de amor en tus
blandos y rosáceos senderos.
Déjame quererte ¡oh, dulce mía!
te voy a coronar de las pacíficas
brisas del norte para ti suave amor
desde mis profundidades marinas.
Eres el archipiélago mío,
la fuente de mi alma pura,
la antorcha de mis celosías,
la fuente de mis ardentías
Ven reina de los mares míos
a traerme tus besos de estrella
con tus vespertinos ojos aurora
de tus océanos magos los ardores
y las luces de tus hechiceros faros
Oh, dulce gacela mía.
eres la torre nacarada
donde yo campaneo tu nombre
tu dulce nombre y las llanuras
queridas de mis entrañas íntimas.
Tú que rebosas de amor y de ternura
ven celestial princesa con el vestido
celeste a darme tus besos en las
blancas dunas de mis verdes arriales.
.
Tiéndeme tus tapices dorados
en mis pies que te veneran
hasta el infinito pináculo
donde se reúnen todos
los te amo y todos los te quiero.
Abrásame en los hornos de tus
infiernos en las peñas de tus
huesos para morir de amor en tus
blandos y rosáceos senderos.
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