domingo, 22 de diciembre de 2019



EN EL FONDO DEL MAR


Entre las peñas desnudas
sombrías y solitarias,
otras con voz de sirenas,
sonoras y perfumadas,
escribían en la brisa
la maga danza de algas.


Pues un mancebo del aire,
volando como las garzas
iba hallando caracolas
para escucharles sus nanas.

Y entre las sombras vencidas,
los vientos recios soplaban,
haciendo cantar al mar
con las notas de sus arpas.

Y le vi donde dormía,
 y le vi donde soñaba,
y vi su casa por dentro, 
llena de plumas y alas 
y los caballos del aire, 
y los cantares de salsa, 
y bocas de mil dragones 
que tenía en su garganta.

 Y vi los mares de piedras 
y las sirenas de plata, 
con un lenguaje de espumas 
y un léxico de aguas.

 También he visto las velas 
de galeras y fragatas 
y los viejos galeones 
de corsarios y piratas.

 uego he visto los barriles
de pólvora y de metralla
y catalejos de bronce 
y de metal escafandras.
  
En esta casa del viento 
donde he visto tantas anclas 
y tantas patas de palo 
y tantos garfios en mangas, 
me quedaron por mirar 
las fortunas más soñadas, 
los cofres llenos de perlas 
y las bolsas de esmeraldas, 
todas las onzas de oro 
y cargamentos de plata,

de Bolivia y de Colombia, 
de Chile y de Guatemala, 
tesoros que el viento sabe 
y que la mar se los guarda.

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