Amar es verter la sangre del alma
y del puro espíritu humano
hasta llegar al fuego santo
de “cor a cor loquitur”
y deshacerse en densas lágrimas
por el amor que en ti habita.
Es el nácar de tu pecho,
es la perla y diamante,
es la sombra que te embruja
y que a tu esencia invade.
Es como blanca paloma
que viene sobre los aires,
a traerte dulces besos
y de la luna mensajes.
Qué divina misión tiene,
la locura y pasión santa,
es el amor de los ángeles
el hálito suave de
vida.
Amar es la felicidad plena
es el misterioso susurro
que peina los divinos cabellos
del alma para la gloria sutil.
Amar es entregarlo todo
hasta la misma vida
por ese amor que vibra,
en las entrañas del
hombre.
Amar es pasión inmortal
que todo lo irrumpe,
es vivir la plenitud
del beso y de la carne.
Amar es la ilusión de un todo,
la dolorosa pasión de
darse,
y de fundirse dos en uno
de manera dulce y venerable.
Amar es el llanto de tus suspiros
que la soledad conoce,
que sabe lo que se sufre,
desde el terrible lamento.
Amar es el delirio imborrable
es el más amado recuerdo
clavado sobre la cruz,
como punzantes cristales.
Este amor lo he
vivido
y por el fui
adorable,
por eso jamás olvido
que por mi vida ha pasado.
Mas ahora en el presente,
me niego a no vivirlo,
pero mi amor es insaciable
y me presenta idilios.
Idilios que me dan vida,
que hacen gozar mi espíritu
por estos llantos de amor
que siempre los he vivido.
Por eso mi llanto adora
el querer aún ser amado,
por un adorable amor,
la diosa de mis delirios.
La ninfa que quiero tanto
que amo hasta el infinito
quiero tenerla en mis brazos
como se tiene romance.
Para amarla hasta el final
pero el destino ha querido
más hoy me resisto y niego
porque no quiero ser olvido.
Lamento la pobreza vivida
por no encontrar un refugio
de mis cielos y suspiros,
pues parece que ya es tarde,
para volver a
vivirlos.
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