viernes, 25 de abril de 2014

VEN AIRECILLO MÍO


Locura mía, 
esperanza de mis besos 
agua de mis manantiales pura
destino del sendero que nos guía
a los dos por valles de la selva silente.

Me embriaga el aire ávido 
para alcanzar la luz etérea de tus labios 
y el esfuerzo de quererte y sublimarte 
en la loca pasión hechicera
para mantenerte viva 
como una estrella eterna
y en el aire inerte 
tatuarte de sirena dentro de mis penas
y en los jubilosos momentos llevarte a mis islas
para alimentar mis consuelos, 
y así mitigar mis penas 
y todas las heridas que me han causado
las terribles tormentas,
que con sus dientes han consumido 
la sangre de mis arterias.

Ven a mí, airecillo mío, 
consuélame en las retinas
y en las harinas de mis molinos y exprímeme
hasta ahogarme en los cementerios
y de todas mis angustias y amargas penas.

Devórame con tu boca las mieles de mi alma
que se funde en el silente y afónico aire
y en los naufragios de todas mis barca



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