Las aguas corren dilatando
el peñasco todo cuesta abajo
y la boca bebe el río
y el molinero se ríe y muele el trigo,
viajero de campos verdes y secos,
la molienda ya va siendo del molino.
Se traslada al aposento que no tiene santo
y los sacos posados en bancos,
y las toneladas de grano temblando
recorren las millas juntos los carros.
Veo las playas solitarias sin agua
ni pan ni sal y el mar se muere de vergüenza.
Parte el barco e izan velas
y los molineros se marean por olas gigantescas
mas entra ella apartando sacos
de la molienda con el garfio en la mano;
el trigo se atraganta por beber el río
y las aguas del molinero ya se han ido.
Ya recalan dos navíos para entrar en puerto
y ella salta en tierra y la esperan
una nube de niebla y ya nada se ve
en el muelle mas la noche se duerme.
Alirón del molinero y del trigo ya molido,
ay qué molienda tan buena
que se duerme y muere.
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