martes, 16 de septiembre de 2014

MI DIOSA DEL AIRE




Cada vez soy más feliz,
más feliz con tus palabras
que irradian tanto amor
en las sierras de mi alma
eres tan angelical, eres mía,
eres la diosa de mis alcores.

Cuánto diera por llegar
a tus trenzas y pestañas
y a los bucles de tu pelo
para adosarlos en mi rostro
en mis dedos y en alma
y en mis propias entrañas.

Cuánto diera por jugar
Jugar contigo a las "moradas"
moradas hechas de amor
y destellantes miradas
pero el destino burló
la senda de nuestra patria.

Y ahora al pasar los años
te presentas como hada
sobre mis bosques floridos,
como la más bella dama
dama que tanto quiero
y jamás se irá del alma
del alma y del corazón
por estar idolatrada
en los poros de mi piel
 y en mis ideas grabada.

Oh, diosa mía del aire,
tu boca es de escarlata,
y tus ojos son de aceite
y tu alma tiene alas
para volar conmigo
a las más altas montañas,
y así viviríamos siempre
bajo las luces del alba,
escribiendo en los labios
las leyendas más amadas
para fundir nuestro sueño,
cuando el silencio se calla.

Te digo adiós amada mía,
adiós perla dorada,
¿por qué no vienes a verme?
La vida huye y se pasa
y luego nunca jamás
jugaremos a las moradas.




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