jueves, 18 de septiembre de 2014

LIBERTADES JUSTAS



Siento en mi corazón 
los pasos silentes de pisadas verdes
 y las aguas que se vierten  
por mis venas  y por dentro
de mis ánforas muertas 
que son volcanes que eructan,
cual viento rasgados  
de los cuadrantes del noble verso.


De repente el cielo se puso 
de semblante  feo y negro  
y sus vientos se juntaron 
como ovejas 
y rebaños de corderos.

Rompe el equilibrio 
del noble verso 
con el celoso hemistiquio,
y se descabalga el fonema perdido 
y se desorienta sin saberlo,
mas se aleja en su distancia 
que provoca el desconcierto indebido.


Salta el llanto de cristal dolorido 
en tragicomedia eso mismo,
y el aire puro y honesto 
del palatino verso 
que evoca prestigio,
al  agónico presente 
que no desea 
que el pretérito sea esquivo
ni el sentimiento pensante 
arbole velas al tiempo definido.


Volverán los vientos madre, 
al epicentro lírico sin lágrimas
y con suspiros que cantan 
las libertades justas 
y bien moldeadas
por ese afán profundo 
que boca dentro 
de nuestro alfarero íntimo.





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