Ya va feneciendo el arco iris
de mis rotos y queridos atrios
como una lámpara que se arruga
en la distancia absurda
es como una estrella luminosa
que se apaga allá en lo infinito.
Y el pabilo de mis venas
van muriendo cada día lentamente,
como el gusano pisado que alumbra
en su camino angosto y perdido
así voy yo en este mundo
cual paralelo ambulando y metafísico.
Y cuando la luna sale vestida de fuego
ella me besa desde su espíritu y calla
Ella desgarró mi corazón
y se acuerda del gusano pisado por ella,
sabiendo como alumbra mi rincón
hechizado por el aire vespertino
y poético que me enamora
la bella aurora cuando suspiro por ella sola
y así vivo yo en este mundo
contra la negra sombra cada día.
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