jueves, 18 de septiembre de 2014

LA MAZMORRA DE LOS SALVAJES


Ya se oyen los tambores

volando en distintos ecos,

son los carros de combate,

ya están aquí los muleros,

todos con el rostro mustio

cantando como los héroes.


Ya está comenzando el llanto,

como el espanto primero,

sangre que lo chupa el barro,

y los rastrojos del suelo.

los jinetes y caballos

comienzan quemar el cielo,

la tierra se anega en sangre

y el humo se marcha suelto.


Son relámpagos de bronce,

son las manos del infierno

que van derribando vidas

y van enterrando muertos,

en las fosas solitarias,

solitarias y en secreto.


¿Dónde estás,compañero?

¿Dime en qué puesto?

¿De corneta? ¿De mulero?

¿De amanuense  o camillero?


¿Dónde estás, compañero?

¿haciendo miles de versos?

¿dando recitales a tus embusteros?


Donde estuvieres, estuviste:

caminando con tu cuerpo,

con tu alma y con tu espíritu

transportando tus lamentos,

y en tus caminos de sangre 

recuerdos vas recogiendo.


No sé donde estuviste,

pero donde estuvieres,

te veo...

y sé que vas anotando


y recontando los muertos.

Todavía sigues vivo

con el mismo pensamiento

y sigues en tus caminos,

caminos de sangre y versos.


Versos para la justicia,

la justa para el obrero,

sin dejar al campesino,

la diáspora del pueblo,

y los de una España libre

con el más sangriento verso. 




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