Ella, se encuentra al borde de un río
un río, que tiene misterio y canto
y sobre los bucles del mismo
sale la voz de un niño que llama.
Le dice en tono suave y amoroso,
madre en la oscuridad me encuentro
ábreme la estrella de la libertad.
entrégame la fluorescencia de la vida.
Vino al llamado una sombra enardecida
con sus ojos hechos rescoldos
entonces, yo me acerco a la sombra
para saber que se franquea en ella.
Es ahí, cuando una luz se alza pronto
para iluminar el perfil de su rostro
la sombra se conmueve al verla,
y por un sendero viejo se marcha.
Por el daño cometido achicando
al misterio y a su aura, se iluminan
los cielos con una luz añil y excelsa
y el niño calla, su madre lo llama.
Le dice: ven hijo mío, te daré la vida
y saldrás de mis rosáceas entrañas
hallarás un reino nuevo y divino.
Un reino para tí creado y erigido
antes del mundo fuese,allá en las galaxias,
donde la felicidad será tu don y estirpe
porque contigo dormirá la amada sombra.
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