Yo por mirarte pierdo mi vida eterna
y la fecunda por sentirte amando
la ruta del viento, tenerte en las cadenas
de mis altos montes de huesos húmedos.
En mis secas pleuras de mi pecho,
esta mi “Venus” y la esperanza inusitada
de mis venas y las ondas muertas
que no lleguen a tu mustio pecho.
El mago y divino lirio limpio y eterno
con el beso mío para mi gacela del monte
en el susurro donde vives en mi espíritu
en el horizonte de mis eternos suspiros.
Gaviota mía, en los cielos amarillos
en la orilla de tu boca de nácar y armiño .
te entrego el beso en el preludio mío
y canta la noche para gozar contigo.
En las sombras magas del silencio sordo
dentro de tus molinos siento mi delirio
Oh, góndola de mi esperanza, ven conmigo
que quiero tenerte en esta noche blanca.
Abrázame y secúndame en las ruedas
de los fuertes vientos y en los huracanes
del amargo destino que nos lleva presos
por el camino del amor que cautivo viaja.
Desciéndeme a tus prados misteriosos
donde llevas el sueño metido en tu cueva
donde están los tesoros con fuego
en las colinas altas de nuestro idilio
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