viernes, 6 de junio de 2014

LOS PASTIZALES DE MI ALMA



Ovejita de mis pastos de cielos admirados,

son verdes en la brisa de la montaña,

tierra fértil de un amor sublime del trovador

del alto monte que tú vas besando

muy dulcemente como las aves del cielo.



Bajo los vientos del aquilón querido

y del enamorado sueño, ovejita mía

como la diosa del viento, 

quiero adorarte

con ansias densas quiero, 

secar mis lágrimas rojas

paloma blanca de mis tesoros

abandonando el dulce beso

de las orillas de mis labios;

eres la bella zagala

la flor encantada de amor querido.



Vientecillo que tu galán compara

la premura de una virgen, 

inmaculada, ven tu ovejita blanca 

a mirar al que te llama

a los pastos de amor sublime

y de los valles de hierba tierna

del trovero que canta, 

la ternura inigualable.



Venid brisas de los valles que deseo

a elevar a mi doncella 

a los altos bosques

y a los valles de los besos ruiseñor

de mis cantos libres sinsonte 

de mis entrañas

y semifusa de mis armonías, 

a ti bella estrella

luminaria de mi ojos 

y ovejita de mis colinas,

te llevaré en mis hombros 

y no te dejaré

perder por las montañas, 

te guardaré en tu

redil de oro de marfil y de plata, 

tuya será la más bella majada 

de las ovejitas blancas

y la más bella 

de los pastizales de mi alma,

verdes son las brisas 

de todas mis montañas.

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