Siento las aguas cantar del
con los cantos mudos en los remolinos
y en las aguas rojas tus ojos cristalinos
donde el viento me besa en dulces playas.
Oh, delirio mío, las palomas y sombras
con los molinos que tengo de trigo
cuando la mirada tumba la peña
mi Gavina gime cual canto del grillo.
En las magas selvas que se evocan
silba el mirlo en el laurel, alegre canta
en su follaje verde cierra el inicio
en la piel blanca trinco el pálido beso.
Voy sediento en adusto camino
se acerca la alondra, la Gaviota mía,
en el colosal trayecto de los feos mitos
veo el árbol seco de cenizas de luna.
Y llega tu eco rompe el escondrijo
y es ahí cuando en arrullo me dice
que no soy de acullá ni soy de aquí,
lo único que sé es que en mí, soy de ti.
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