jueves, 19 de junio de 2014

DICTADORES E IMPERIALES



Hay montañas de sangre,
de sangre de los inocentes, 
hay lamentos y gritos hay  
 y grandes fusilamientos.
                                
 Amigos de Argentina,
Chile, El Salvador
y Guatemala.
Sangre hermana,
de Galicia y de España.

Amante Salvador,
tierra ensangrentada...
como os van derribando
al hilo de cuchillo
y la punta de bala!

Sangre de inocentes
por los montes derramada...
estúpidas guerras
llenadas de saña.

Que peste inventó el demonio!
Que atroz y terrible espada!

Dictadores e imperiales,
fuera de la tierra hispana.
Abajo, abajo, todos
vosotros, asesinos de almas.

Amigos de Argentina,
Chile, El Salvador
y Guatemala,
como os van quitando la vida
de manera despiadada!

Tormento incalculable...
tiranos e invasores,
dantescos generales,
abajo, abajo, todos,
abajo de nuestra árbol.

Torturas,
tormentos,
abusos,
vasallos,
desesperación terrible...
en la Plaza de Mayo.

Amigos de Argentina,
Chile, El Salvador
y Guatemala.
Sangre hermana,
de Galicia y de España.
Abajo, abajo, todos,
fuera de la tierra hispana.

(Mi primer poema de esa misma fecha en que se hizo la gran matanza en la plaza de El Salvador y recordando a las Malvinas de Argentina y a varias naciones de Hispanoamérica...Este poema está registrado en el Ayuntamiento de Cedeira,A Coruña Galicia...,donde ha sido recitado por Sotavento delante de las autoridades y de varias mujeres luchadoras en la Plaza de Mayo de Argentina.


VIVO SIN PODER VIVIR





Cuánto deseo mi vida
vivir este amor que siento
este tesoro escondido
que mora en mis adentros.

Como brisa perfumada
como los tiernos pétalos
como un valle de amapolas
como un  jardín del cielo
como linda nebulosa
y este sentir que tengo
todo parte de tus ojos
y de tu florido huerto
que vienen a ser tus labios
tus pestañas y tu cuello
y tus encendidas pupilas
que por ellas yo me muero
y desearía besarlas
en el máximo silencio
para sentir esa gloria
desde tu cuerpo y mi cuerpo
desde tu  boca y mi boca
desde el más tierno beso
en esos labios de luna
a los que yo tanto quiero
que hasta daría los mares
y todo este mundo entero
por saber cómo te adoro
por saber cómo te quiero
que a veces es mi martirio
y a veces es mi tormento.

Y así vivo sin vivir
todo aquello que yo siento
porque nunca lo he vivido,
y quisiera poseerlo
entre mis brazos y boca
entre tu pecho y mi pecho
y entre las luces del alba
poder llevarte a mis cielos
y decirte tantas cosas
tantas cosas las que pienso
por esa boquita tuya
blanca senda de corderos
que anidan en esa gruta
en esa cueva por dentro
este cielo que es tormento,
un  tormento desmedido.

Qué triste es mi vivir,
qué triste estar cautivo,
y no poder  amar por la
que tanto suspiro
es un volcán que me ahoga,
es un punzante cuchillo,
es la sombra que degüella
las membranas de mi espíritu.

No sabes lo que padezco,
no lo sabes amor mío,
si supieras lo que sufro,
si supieras como vivo,
llorando siempre tu amor
y viviendo sin vivirlo.




SOMOS LOS QUE SOMOS





Somos los mismos
somos los de ayer
somos los mismos,
éramos de allí
allí nacimos
allí moramos
allí estuvimos
fuimos enterrados
y hoy vivimos
volvemos a ser nosotros
volvemos a ser los mismos
y los que ahora somos
ya habíamos sido.

Fue un tiempo cierto
bello y primitivo.
somos los que somos,
y así lo decimos
y somos los que estamos
los que antes éramos
para ser los mismos
nuestro amor ha sido
y está en el interior
de tu voz y tus suspiros
acógelo dulce mía
esto mismo nos pasó
hace muchos, muchos siglos
y quisiera dejar ahora
en tu alma un manuscrito
mi querida aiba
a ti te lo digo
tu has sido mi mujer
del mundo primitivo
escucha la voz sonora
aquella voz de tus hijos
ven y vuelve a ser
la aiba de mis delirios
volvamos a ser nosotros
volvamos a ser los mismos
trata de recordarlo
recuerda que ya existimos
llama por nuestro amor
y él nos dirá lo mismo
llámalo y te dirá
de lo feliz que fuimos
éramos nosotros
aquellos místicos
que bello nuestro amor
que gozo y que delirio
yo mantengo el mismo amor
y sigo siendo el mismo
jugaba con tu pelo
y te deshacía el rizo
aquí se acaba este sueño
una historia que ya ha sido
así nos lo creen todos.

Que tú y yo existimos
en unos tiempos remotos
más allá de nuestros siglos
en un mundo de los amores
aquel que tuve contigo
el día en que volamos
y lleguemos a ese islote.





SALVADORES DE PATRIAS





Voy recorriendo caminos

con mi memoria cansada,

y en cada camino encuentro

altos llantos de mi patria,

y el gemir de las estrellas

por la sangre derramada;

por vampiros, fratricidas,

poderosos de las armas

con esa idea asesina,

que tiene la sangre fría.


Beben las amapolas

para troquelar espadas,

con el yunque de la curia

y el azufre de la saña,

que tienen esos lagartos,

los que matan y desangran,

sólo por simples ideas

que para ellos no encajan.



Sin embargo para el sabio

no hay ideas contrarias,

sino pensamientos libres

que cada espíritu y alma,

piensan de otra manera

y por esta idea te aplastan.

y no te dejan ser libre

en tu verdadera patria,

que creen ser de ellos

de esos vampiros sin alma.

Ni es derecha ni izquierda

es simplemente la idea

que nuca ama a la patria,

y sólo se quieren ellos;

se proclaman vencedores

y salvadores de patrias.





miércoles, 18 de junio de 2014

SE HA IDO MI DONCELLA



¿Dónde estará aquella?
la que me daba vida,
la que me daba perlas,
la que me daba amores,
y me arrancaba penas.

Tengo un puñal en el alma,
que me desangra las venas,
profunda herida de lanza
que atravesó mis arterias.

Se agitan las tempestades,
y se desenlazan cadenas,
cómo se alejan las luces,
cómo las noches se acercan.

Ya viene el comendador,
a traerme la encomienda,
a decirme que se ha ido
mi bellísima doncella.

Se han ido mis esperanzas
de la noche clara y bella.
¿Con quién  se ha ido ella?
la que era mi doncella.

La que me daba vida,
la que me daba perlas,
la que en mis labios ponía,
sus tiernos dedos de seda.

La que me daba consejos
lo mismo que dan las viejas
y los mismos maestrillos
que tú tienes a tu vera.

No te escondas de las lluvias
ni te alegren las tormentas
ni quieras ver cielos negros
ni tus fragatas sin velas.

Entra en el puerto firme y real
que el viento arrancará tu cubierta
y no podrás salir al mar
te quedarás en tierra
y vendrás por la orilla blanca
y te irás por la orilla negra