sábado, 18 de octubre de 2014

A MI FEA DONCELLA



 

Quisiera cantarte ahora

 

una balada maestra,

 

para ti perla del aire

 

para ti oh, mi libella.

 

 

Me ahogas de ternura,

 

me ahogas y envenenas,

 

con esos ojos de luna,

 

con esas dunas de cera,

 

con ese busto de rosa

 

para mi boca sedienta.

 

 

Oh cielo mío del alma,

 

gaviota de mis poemas,

 

eres mi maga y mi musa

 

y de mis ojos sirena. 

 

     

Oh, canto de mis entrañas

 

cuanto para ti quisiera,

 

poder hacerte mi diosa

 

y dueña de las estrellas,

          

por eso así te canto

 

por saber que tú eres esta:

          

Como el canto de los bosques

 

es la voz de mi doncella,

 

es la brisa perfumada

 

cuando del jardín regresa.

 

 

Es el remanso del río,

 

preciosa alfombra de seda,

 

divinas manos de espuma

 

y boca de blanca perla.

 

 

 

Es mariposa florida,

 

es la amapola de cera

 

es dulce como las uvas,

 

sabrosa como la almendra.

 

 

Tiene los ojos de trova,

 

sus manos tiene de avena

 

sus mejillas de alabastro,

 

y sus cabellos de selva




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