Que risa me da tu risa
cuando se arruga tu cara,
y se extiende por tu boca
como una cornisa ancha.
No me gustan tus sonrisas
cuando pones boca larga,
ni tampoco labios lisos
como una astuta lagarta.
Reíros amigas mías,
reíros a carcajadas,
como se ríen las monas
y las bocas de las ranas.
En vuestro mundo de risas
también hay risa de cabras,
y risa de burras tontas,
y risa de burras pardas.
¡Vos no veis que toda risa
a cualquier boca contagia!
¡Si a más risueñas, más risa,
a más sarnosas, más sarna!.
Hay fingidoras de risas,
hay besadores de caras,
hay quien se tuerce la boca
para contar sus falacias
Reíros amigas mías,
reíros a carcajadas,
que por mucho que riáis
vuestras risitas son falsas.
Los muertos también se ríen
de las poetas más falsas,
porque sin sonar su lira
les ha de “sonar la flauta”
Aquí te queda tu risa,
aquí te queda tu farsa,
con esa lira sin dedos
y esas notas sin flauta.
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