sábado, 18 de octubre de 2014

El DÍA QUE YO ME VAYA



  
El día que yo me vaya

he de llevarte conmigo

y has de volar como un ángel,

sobre  el abismo divino, 

y  has de venir a mi lado

como un arcángel de vidrio,

para hundirme de amores

desde nuestro misticismo,

y me darás la mano,

yo te daré a mi mismo,

para pasar a tu entraña

y vivir el dualismo,

dentro y fuera de lo eterno

por los siglos de los siglos.


El día que yo me vaya

he de llevarte conmigo,

y has de volar como un ángel

sobre el abismo divino.


Tus ojos serán mis ojos

para verte en mis hechizos,

y en mis amores profundos

y en los místicos idilios;

amores que nunca mueren

y jamás son divididos,

como lo es nuestro amor

dulce, tierno y cristalino;

y en susurros este amor

yo te lo doy y te lo pido,

para que sea inmortal,

por los siglos de los siglos.


El día que yo me vaya

he de llevarte conmigo,

y has de volar como un ángel

sobre el jardines divino,.

y pasaremos al huerto

igual que dos peregrinos,

para vivir lo inmortal,

para morar entre amigos,

en el bosque celestial

vestidos de cuerpo astral

y de nuestro santo espíritu,

morada del querubín

y de los aires divinos,

donde tú y yo vivir…,

por los siglos de los siglos.


 Y al final de este gran vuelo

el último y definitivo,

ya seremos dos uno

por los siglos de los siglos,

entonces tú exclamarás

besémonos dulce amor mío.



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