domingo, 12 de octubre de 2014

LA MÍA HIJA DEL AIRE



Nadie me ha llamado amor;

sólo tú, hija del aire,

sólo tú, hija del viento,

sólo tú, caracola mía,

amor de melancolía

y heredera de mis sueños.



Oh, sirena de mis noches,

amapola de mis ecos,

cazadora de mis bosques,

y diosa de mis consuelos.


La que me bebe las aguas,

la que me embriaga de besos

y me entrega violines,

y los valses de sus senos,

y las grutas de su boca,

y las miradas de cielo,

y lo tierno de sus manos

y las sendas de su cuello.




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