EL VOLCÁN DE TUS BESOS

Te quiero hasta el último 
eslabón del alma,

hasta el último contacto 
de mi aliento.

Te quiero más allá 
de las altas dimensiones,

y en los más elevados 
eminentes conceptos.

Te quiero con el sentido 

más estricto de mi alma,

con el ansia que desborda el sentimiento,

te quiero como quiero yo a mis ojos

y por conseguirte, 

me quedase moribundo y ciego.

Te quiero por encima de los mundos 

desconocidos y ciertos,

más allá de todos los silencios,

más allá de todo lo que digo,

más allá de todo 
lo que medito y pienso.

Yo te quiero desde mi alma pura,

desde el vínculo sincero que yo tengo,

yo te quiero en la distancia esplendorosa

y te quiero en mi tempestad y tormento.

Te quiero por tus pupilas 

inmersas en el divino iris,

Y en las montañas y cordilleras 

de tu suave cuello

por lo dulce de tu alma 

y en el santo cáliz de tus consuelos

por enseñarme a ser dulce 

como los labios del mar y del viento

Te quiero aunque te falten 

las dunas de tus  pechos,

aunque te falten el tacto 

sensitivo de los dedos,

aunque te falten los brazos 

lo mismo te quiero

Sólo quisiera quedarme, 

con esos tus ojos bellos,

con esa piel de tus labios 

y con esa voz de tus cielos,

con esas mejillas blancas, 

con el volcán de tus besos,

y con tu boca de lirio 

y cuando me dices: te quiero.