Abrásame por mis alamedas
y altas llamas fugitivas,
devórame las dunas blancas
de mi huerto florido
y enróscame dentro de la almeja
y selva furtiva,
para llegar a tu blando mausoleo
polvorín explosivo.
Libérame de este alto castillo
y de las regias puertas pasivas
y entrar en tu estrella
que me enloquece
mis harinosos molinos,
mis harinosos molinos,
y los cristales del viejo tronco
y valles de mi alma que fluye
agua fresca y llantos angelicales
que moran en mis adentros
por tus miradas hechiceras
que de cercan me envenenan y salpican
y siento tu profundo amor
y por ello y lloran mis sentimientos.
Arrebátame alondra mía
y llévame hasta tu tierra divina
porque fenezco de amor
y las nostalgias me consumen
por quererte oh, áncora mía,
bajel de mi puerto hermoso,
te llevo muy a dentro
y te tengo en las ánforas de mis venas.
Rocíame con delicados perfumes
y llévame al bosque bello
y a la vereda de tus magnolias
y a los senderos de tus almendras
y a tu más alta torre
para que me aniquiles
en tórridas sombras.
en tórridas sombras.
Acaríciame dulcemente
con la yema de tus dedos,
escríbeme leyendas lindas
en mis playas bellas,
en el dintel de mis labios estampa
tus grafos de cielo mío
y así muramos en las divinas
enramadas de tu amada estrella.
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