domingo, 12 de octubre de 2014

LLEVO RUMBO DE SOTAVENTO



No quiero transformarte 

en mis lunas hechiceras

como la brisa del monte 

cuando te acaricia y te besa,

en el valle de tus ojos 

y en las dunas de tus cejas,

en las torres de tu pecho 

palomares que se queman,

y arbolando los trinquetes 

ya se hincha la vela,

y asomando la lluvia densa 

yo le bebo la marea,

y el pedregal todo el 

y también su divina peña,

y en las noches taciturnas 

y una barca en tierra.


Viene descalza y desnuda 

sin amor y con pena,

yo la abrazo en el agua 

y la beso en mi barca negra

y ya salto en tierra 

y en las mojadas arenas,

y en las hierbas de la playa 

y en las sombras muertas,

nace una bella y lírica primavera 

y muere en los brazos

de su amado una de las más divinas 

y legendarias leyendas.

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