Estrellita de mis cielos
cómo iluminas mi alma,
por estar dentro de mí,
como un ángel que me ampara
y me alimenta de amor
con sus cítaras y arpas.
Estoy muy dentro de ti
y en tus jardines del alba
y en la pasión cariñosa
de tus místicas mañanas.
gloria mía, dulces mieles
ya moras en mi entraña
y en las islas de mis ojos
y en las sagradas montañas.
Si mis llamas encendieron
las caricias que te daban,
gloria mía, mar de fondo
vientos regios a mi barca
eres una dulce hurí,
de las más bellas sultanas,
y en mis bosques jadeantes
serás mi hada soñada
y la diosa de mis mares
y la dueña de mis lanchas,
y por ser la gloria mía
y la Venus de mi entraña,
ya eres la reina diosa
de mis flotas y fragatas,
y te voy a dar los reinos,
los cielos y las galaxias,
cuatro millones de perlas
y todas las madrugadas,
y las selvas caprichosas,
todos los ríos y playas
y luego me he de entregar
al amor de tus palabras,
para poder compartir
los sueños de tus mañanas,
como los que sueño yo,
en las noches solitarias,
secándome las pupilas,
o limpiándome las lágrimas,
por esta gloria mía,
por esta dulce amada,
por esta estrella divina
que descendió en el alba
y al darme su corazón
y al posarse en mi alma,
ya sentí cantar los vientos,
aquellas tristes baladas,
que me cantaban de joven
los sueños que yo soñaba.
Ya están contentas las olas
ya están gozosas las playas,
y las arenas y juncos,
todas las redes y barcas,
y ya sueñan las mareas
en abrazar esa dama,
esta diosa y gloria mía,
esta mi estrellita blanca
que vino desde los cielos
y se posó en mi alma.
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