Tu nombre, ángel mío,
tu nombre es de cristal,
tu nombre es mi suspiro
que me hace delirar.
Es una perla negra,
que yo te de colgar
en tu dulce y suave cuello.
al que yo quiero besar
con mis mojados labios,
y así yo pueda libar,
las cuerdas de tu sangre
y hacerte palpitar.
Oh, tierna luna mía
escucha mis susurros
que gimen sin cesar
para morir contigo
sobre tu palomar
y encima de tu parra
y en todo tu parral.
Tu nombre, ángel mío
de perla y de coral,
de fuego y misticismo
de besos y de mimos,
cual diosa de mi altar.
y te daré mis vinos
y te han de envenenar
mis labios y mi boca
para poderte amar
con este loco embrujo
y encima tu crepúsculo
mi sombras he de postrar.
Tu nombre, ángel mío,
tu nombre es mi soñar,
sueño de noche contigo
y no ceso de soñar,
sueño que estoy en el río
al pie del cañaveral,
y que siempre estás conmigo
y jamás de mi te vas;
susurrándome cariños
abrazándome en tu faz
y me das besos de lirio,
y me das felicidad.
Muchas gracias, ángel mío,
muchas gracias por besar
el maná de este delirio
en tus labios de cristal.
Yo te pienso y te medito
en mis noches sin cesar,
y te sueño en mis principios
como diosa de mi altar.
Eres musa y paraíso,
eres río y manantial,
eres canto de mi bosque
y musa espiritual .
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